Los ancestros de todas las culturas de la humanidad se han relacionado con la Luz, ella aparece reflejada en los santuarios de todas las religiones del mundo.
Observar los reflejos del Sol y la Luna, directamente o dentro de depósitos de agua, observar el cielo luminoso, el fuego en altares, han sido parte de la filosofía religiosa de la humanidad. Todos los Maestros y Sacerdotes de las grandes culturas han realizado estas prácticas de una u otra forma.
Estos ancestros al ir activando capacidades superiores de conciencia mediante estas observaciones fueron obteniendo conocimiento y sabiduría desarrollando distintas formas de observación, para estimular sus energías internas.
Se unieron a estas observaciones distintos ritmos, sonidos, movimientos (circulares, horizontales, en ocho, etc.), visualizaciones. Se desarrollaron técnicas distintas para observar las fuentes luminosas, el Sol tiene sus propias técnicas de observación, la Luna, las estrellas, el fuego, deben ser observados adecuadamente para poder crear la magia interna dentro de nosotros.
Las Meditaciones Solares nos permiten obtener desarrollos psíquicos especiales. No se trata solo de un estado de profunda calma y relajación, se trata de obtener nuevos niveles superiores de conciencia, creando estados de liberación espiritual y percepciones que no tienen comparación con cualquier otro estado de conciencia.